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Llajtaymanta: Chiru chiru


El "Chiru chiru" es un tema en ritmo de diablada, que interpreta el grupo llajtaymanta. Esta canción habla de un personaje que forma parte de las leyendas de Oruro. El chiru chiru era un ser que se encargaba de robar riquezas de los mas adinerados para entregarselo a los mas pobres y nesecitados.

Letra de Llajtaymanta: Chiru chiru

El chiru chiru me llaman a mi por robar tu corazón
El chiru chiru me llaman a mi por robar tu corazón
bailando con la ferroviaria
me entrego a la virgen del socavón

Esta es la diablada ferroviaria
orgullo nacional
como el chiru chiru
seremos leyenda
en la tradición de oruro

El chiru chiru me llaman a mi por robar tu corazón
El chiru chiru me llaman a mi por robar tu corazón
bailando con la ferroviaria
me entrego a la virgen del socavón

Esta es la diablada ferroviaria
orgullo nacional
como el chiru chiru
seremos leyenda
en la tradición de oruro


Historia del Chiru Chiru: El ladrón Benefactor de los pobres


La leyenda Mariana del Chiru Chiru es otra de las historias que se conocen y que dieron origen al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.


Se conoce que por 1780 habitaba en los parajes abandonados del cierro Pie de Gallo un joven cuyo aspecto infundía miedo en los habitantes de la Villa de San Felipe de Austria, principalmente a los ricos potentados de la época, quienes lo veían como una amenaza debido a su fama, ya que estaba acostumbrado a cometer sus fechorías, sólo en ese círculo social. 

Los botines que obtenía de sus acciones eran repartidos a los más desposeídos habitantes de la Villa.

Chiru Chiru lo llamaban por el aspecto de su cabello, que lo tenía desordenado y cuya apariencia era similar a la del nido de un pajarillo que era conocido con ese nombre.

Un día, el ladrón desapareció de la vista de los habitantes de la Villa y todos se preguntaron el motivo de su ausencia, hasta que investigando se anoticiaron que el Chiru Chiru, fue herido, mientras cometía una de sus fechorías, con una puñalada en el corazón que le asestó un viajero, cuando intentaba defenderse.

El Chiru Chiru escapó pese a la herida sin ser alcanzado por el viajero. Llegó hasta su guarida donde se alojó y allí agonizó hasta su muerte, sin antes invocar a su benefactora, la Virgen del Socavón, quien lo cuidó hasta el último segundo de su vida.

Tiempo después unos mineros que iban por los parajes del cerro Pie de Gallo, encontraron el cadáver del Chiru Chiru, pero su asombro fue mayor cuando encima del lecho del difunto, hallaron una imagen de la Virgen.

Todos los mineros anoticiados del hecho decidieron nombrar al cerro Pie de Gallo como el Socavón de la Virgen, nombre que a la fecha se mantiene. Asimismo, por esa aparición divina decidieron que cada sábado de Carnaval se bailaría en su honor disfrazados de diablos y que se comunique dicha resolución a todos los centros mineros cercanos a la Villa para festejar el acontecimiento año tras año.


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